Capítulo 2: Parte 6



Me levanté para servirme más bebida, pues al darle otro sorbo a mi vaso de este no salió ni una gota.- Ruth, ¿Sabes donde están las bebidas?- Le pregunté desconcertada ya que estaba sentada a mi lado.- ¡Por supuesto! Están a fuera....- Señaló a un rincón de la piscina donde divisaba unas mesas.- mm..... espera que voy contigo. Yo también necesito recargar.- Meditó observando su copa y ambas nos levantamos del sofá en dirección al jardín.

Cerca de la piscina se habían formado varios grupos de adolescentes que bailaban o bien estaban cómodamente sentados en el césped con varios cojines. Otros incluso habían decidido bañarse y probar las aguas de la majestuosa piscina. Aunque luché con todas mis fuerzas, mi mirada se terminó cruzando con la de David quien me sonrió levantando su copa. Resoplé y seguí andando con Ruth hasta el rincón donde estaban las mesas.

Las mesas estaban decoradas igual que un catering profesional. Asombrada por la presentación, tardé en percatarme que en una de ellas ponía "Bar". Esta estaba atestada de botellas y dos enormes ponches. Mientras que al otro lado había otra donde ponía "Picnic". Donde se hallaban diversos aperitivos como pinchos de tortilla, platos de queso, montaditos de sobrasada o de jamón...etc.

Estaba sirviéndome un poco de ese ponche tan apetitoso cuando sentí que alguien se acercaba a nosotras.- ¿Así que tú eres Emily? ¿Verdad?- Me preguntó un chico desgarbado con una camiseta a cuadros. Llevaba el pelo oscuro pulcramente peinado y unas gafas de vista con la montura azul. Del mismo color de sus ojos. Era el chico de gafas con el que había estado hablando David antes. Miré a mi alrededor pero el susodicho ya no estaba.- ¡Aléjate de ella rata de biblioteca! ¡No está a tu altura!- Gritó uno de los chicos que estaba en nuestro grupo de los sofás. Pues, aunque estábamos en el jardín, seguían viéndonos a través de los grandes ventanales. Los cuales estaban abiertos para dejar la música de fondo pasar. Todos empezaron a reírse y lanzaron un sin fin de comentarios groseros.

- Sí, soy Emily. ¿Y tú como te llamas?.- Le pregunté ignorando el murmullo a mis espaldas.- Erick- Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.- ¿No eres de aquí verdad?- Deduje al oír su acento. Pareció alegrarle mi pregunta.- Soy de Polonia, vivo aquí desde hace unos seis años.- Asentí con admiración.- ¡Uau! Eso es asombroso.- Su sonrisa se amplió todavía más.- ¡tú has venido desde Nueva York! Eso también es asombroso.- Me recordó con su particular acento mientras nos acercábamos de nuevo al resto del grupo.- Pero es distinto. Yo nací aquí, en España.- De repente, pude notar al sentarnos como los demás empezaban a interesarse por la conversación.

- ¿A sí? ¡Pues nadie lo diría! Pasas por una de esas guiris que vienen en verano al lago- Intervino Ruth que hasta ahora no había dicho nada.- Te aseguro que no.- Prometí riéndome con ella.- Pero tampoco recuerdo mucho de mi país. Me fui siendo muy pequeña, cuando mi tía me adoptó.- Miles de ojos curiosos se habían fijado todavía más en mí. Todos querían saber la triste historia de la niña huérfana que se había criado con su tía.- Entonces, es como si pisaras por primera vez España.- Me rebatió Erick.

- ¿No recuerdas absolutamente nada?- -¿Cuantos años tenías?- -¿Qué les pasó a tus padres?- No supe quienes habían formulados las preguntas y una ola de agobio empezó a apoderarse de mí. Sin saber que responder.

- Debió de ser muy duro- Reflexionó Erick, más para él mismo que para mí. Ignorando a la multitud llena de curiosidad que nos rodeaba.- Extraño, diría yo.- Dije bajando mi voz, tratando de desviar la atención de mí. No quería abrir mis emociones delante de toda esa gente desconocida.

- Ha sido un placer conocerte.- Se despidió de repente, como si le hubiera picado una abejorro.- ¿Porqué se ha ido...?- Interrogué extrañada a mi nueva amiga Ruth. De momento era la que mejor me caía.- ah... no le hagas caso. Erick es muy rarito. De hecho, creo que eres la segunda persona con la que le veo hablar. Se creé superior o algo así. Dicen que es superdotado.- Iba a preguntarle quien era la otra persona con la que Erick se atrevía ha hablar pero entonces alguien paró la música. 

Si quieres descubrir más sobre esta novela online ¡Sígueme y no te pierdas ningún capítulo!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 5: Parte 1

Capítulo 2: Parte 2