Capítulo 1: Parte 1
"HOGAR DULCE HOGAR"
1996, Urbanización Villa Gaudí, Barcelona.
-¡Ya hemos llegado!- Canturreó mi tía obligándome a abrir los ojos
doloridos y más cansados que antes. Al igual que el resto de mi cuerpo por
culpa de esa chatarra de furgoneta. Y por el get lag.- ¡vamos, vamos,
arribaaa!- Volvió a gritar más ansiosa, apurándome para que saliera de mi asiento- ¿Qué? ¿Te
gusta?- Entonces me froté los ojos para quitarme las legañas y observé mejor a
mi alrededor; tras más de siete horas de vuelo desde Nueva York a Barcelona. Y
más otras dos horas y media de carretera hacia la zona urbanística Villa Gaudí.
Situada entre un pequeño pueblo llamado Montcortés Pallars y otro algo más
grande; Pobleta de Bellveí. Finalmente habíamos llegado al que sería nuestro
nuevo hogar.
Ante mí había una sucesión de adosados prácticamente iguales.- Espero no confundirme de casa- Murmuré- Tú siempre tan graciosa- resopló a la vez que alzaba una ceja en respuesta a mi escasa euforia.- Bueno vamos a descargar el equipaje- Dijo jovialmente y se dirigió a la parte trasera de la furgoneta. Mientras, yo me quedé un rato más observando mi nuevo “hogar”.
Ante mí había una sucesión de adosados prácticamente iguales.- Espero no confundirme de casa- Murmuré- Tú siempre tan graciosa- resopló a la vez que alzaba una ceja en respuesta a mi escasa euforia.- Bueno vamos a descargar el equipaje- Dijo jovialmente y se dirigió a la parte trasera de la furgoneta. Mientras, yo me quedé un rato más observando mi nuevo “hogar”.
Según explicaba en
los panfletos que mi tía había reunido sobre Villa Gaudí, se trataba de un plan
urbanístico diseñado con libertad y grandes espacios. Todo era prácticamente
nuevo, pues apenas se construyó hace menos de diez años. Pensado para ayudar a
los pueblos de los alrededores a evitar el abandono, y promover un acercamiento
entre los ciudadanos y la naturaleza. La urbanización se dividía en diferentes
zonas donde habían; espacios verdes, parques infantiles, avenidas motivadas
para dar largos paseos, canchas para todo tipos de deportes (que contaba con un
fabuloso gimnasio), una plaza comercial, un pequeño ambulatorio en caso de
emergencias y hasta incluso un colegio infantil, y un Instituto. En el cual iba
a asistir el próximo curso.
Las casas, a pesar
de ser todas prácticamente iguales, estaban repartidas también por zonas. Pues
habían tres tipos; Adosados, Chalets y Chalets de Lujo. Que correspondían a las
denominadas zonas de: Bronce, Plata y Oro. En total eran unas 800 viviendas.
Para nosotras dos nos conformábamos con un pequeño adosado en la Zona
Bronce.
Me acerqué un poco
más para ver con detalle la casa nueva; tenía dos pisos y estaba formada por
ladrillos de un color tierra amarillentos y grandes ventanales blancos. El muro, que dividía la casa de la carretera, estaba compuesto también del mismo
material. Y sobre este, había una flamante placa de oro en la que ponía el
número de la vivienda, el 023. Lo repetí varías veces para que se me quedase
grabado.
La puerta del portal era una verja blanca de metal. A la izquierda de la puerta, había uno de esos vídeo-porteros modernos en el que te veían a través de una cámara. Y más allá se encontraba una puerta mucho más grande que debía ser la del garaje. Tras el muro se extendía alrededor de la casa un pequeño jardín. Donde había un camino de piedras que iba de la verja a las escaleras del porche, la entrada principal.
La puerta del portal era una verja blanca de metal. A la izquierda de la puerta, había uno de esos vídeo-porteros modernos en el que te veían a través de una cámara. Y más allá se encontraba una puerta mucho más grande que debía ser la del garaje. Tras el muro se extendía alrededor de la casa un pequeño jardín. Donde había un camino de piedras que iba de la verja a las escaleras del porche, la entrada principal.
Y en aquel mismo instante un escalofrío recorrió mi espalda, como un mal augurio, pues algo me decía que todo era demasiado perfecto para ser cierto. Pero quise dejar aquellos "presentimientos" paranoicos que me daban repentinamente y miré con una sonrisa forzada a mi tía.- Es... maravilloso...- Como era pésima actriz, mi entusiasmo fue tan falso como mi sonrisa.
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