Capítulo 3: Parte 7
La cuerda estaba atada al tronco de un árbol que había detrás de las piedras. Cuando Cristina la tensó comenzó a subir sin problemas por las rocas. Al llegar al árbol se cogió de la rama más fuerte para darse el último impulso y llegar hasta arriba. -¡vamos!- Me ánimo y decidí repetir el proceso. Después de todo, si Cristina podía yo también. O eso me dije. La primera vez que cogí la cuerda me resbalé y volví a zambullirme en el agua. Podía oír su escandalosa risa aún sin haber salido de las profundidades. Cuando volví a intentarlo, mi mirada pareció bastarle para advertirle de que debía dejar de reírse. Esta vez logré escalar las rocas, con dificultad, pero sin caerme. Al llegar al árbol Cristina me ofreció su mano y me ayudó a ponerme a su lado.- Tranquila, ya le pillarás el truco.- Me dijo orgullosa de su técnica para escalar.- ah... ¿Qué vamos a hacer "eso" más veces?- Cristina contuvo la risa al oír mi comentario. Estaba disfrutando de lo lindo con mi tor