Capítulo 2: Parte 9

Fin del Capítulo 2


El contacto de sus labios en mi clavícula me pillaron por sorpresa. Golpeé su pecho y dí un paso para atrás pero rápidamente me rodeó la cintura con sus brazos de manera posesiva. No era deseo, ni amor. Ni si quiera le gustaba realmente. Podía notarlo, pues sus besos eran descuidados y estaban llenos de ansía. 

Yo me retorcía debajo suya, luchando por liberarme.- ¡Déjame! ¡Ayuda!- Entonces una de sus manos me tapó la boca.- Shhh cállate. Desde que te he visto con ese vestidito no he podido parar de pensar en otra cosa.- Me giró bruscamente sobre la mesa de piedra. Deseé tomar alguna de las clases de defensa personal de las que Rebeca tanto me había insistido. 

Con una mano me agarraba de las muñecas fuertemente y con la otra buscaba el final de mi vestido. Di una patada con todas mis fuerzas logrando patearle las pelotas.- Zorra...- Gruñó, pero no me soltó en ningún momento. Mi mejilla se aplastaba contra la mesa de piedra y cerré los ojos suplicando que alguien me ayudara. Entonces, cuando me temía lo peor, se alejó de mí inesperadamente.

Al girarme me dí cuenta de que no se había alejado, sino que lo habían agarrado del cuello obligándolo a dejarme en paz.- ¡Hijo de puta!.- Bramó la voz que lo sostenía. Era David.  Yo era incapaz de moverme. Estaba en estado de shock. Le atestó un buen puñetazo en la cara y otro en el estómago hasta dejarlo en el suelo.- Dios, ¿David?- Preguntó mientras se retorcía de dolor y un hilo de sangre comenzaba a salir de su nariz.- Sí, ahora lárgate si no quieres que te mate.- Consiguió ponerse en pie y se marchó dando tumbos por el jardín.

- ¿Estás bien?- Me preguntó con cautela.- Creo que sí.- Murmuré sentándome de nuevo.- Jordi está muy borracho, pero eso no es excusa...- Dijo respondiéndose así mismo antes de que yo pudiera hablar.- ¡Ha tratado de...!.- ¿De qué? La idea me repugnaba pero no podía evitar dar las gracias en mi interior por la aparición de David. Las lágrimas cayeron por mis mejillas sin poder impedirlo. Me apoyé sobre su pecho durante un rato mientras lloraba. No se atrevió a tocarme. Tan solo estuvo allí conmigo.

- No lo habría conseguido.- Soltó de repente.- ¿Qué?- Inquirí confundida.- A él no le funciona... eh ya sabes... estando borracho.- Explicó con un sonrisa torcida. Como si la idea le resultara graciosa.- ¿Y? De todas formas no se necesita un pene para hacer cosas peores.- Escupí asqueada. Pareció sorprenderle bastante que fuera consciente de ello.- Es cierto, lo siento. Es solo que... conozco a Jordi de hace tanto tiempo que me parece surrealista que sea capaz de.... No haría algo así estando sereno...- Reflexionó con voz tranquila. Sin embargo a mí me enfurecía. Podía entender que le sorprendiese ver a su amigo, al que supuestamente conoce bien, siendo capaz de acosar sexualmente a alguien. Pero el alcohol no me parecía que fuera una explicación coherente a lo sucedido. Y mucho menos una excusa.- Entonces no debería beber nunca.- Concluí levantándome. 

No me apetecía seguir discutiendo sobre el tema. Solo quería irme a casa.- ¿A dónde vas?- Cuestionó desconcertado.- Me voy. Creo que la "bienvenida Emily" termina aquí.- Respondí sin esforzarme en ocultar mi enfado. También seguía recordando la extraña conversación que habían mantenido mi tía y Leo.- Espera, yo te llevaré a casa. Confía en mí.- Lo miré dudosa durante un largo minuto. Debatiéndome en qué debía hacer. Finalmente acepté su ofrecimiento de mala gana. Pero la verdad era que no confiaba en él. En él y en nadie de Villa Gaudí. 


Continuará...


Si quieres descubrir más sobre esta novela online ¡Sígueme y no te pierdas ningún capítulo!

Comentarios

Entradas populares de este blog

Capítulo 5: Parte 1

Capítulo 2: Parte 2