Capítulo 3: Parte 11
Fin del Capítulo 3
Salí de mi
ensimismamiento cuando vi a Ruth discutiendo con otra chica. No sabía quien era
y tampoco la había visto en la fiesta de bienvenida. Conforme me fui acercando
pude escuchar mejor la conversación.- ¡Te lo mereces! ¡Siempre te digo que te
alejes de ella!- Le gritaba la chica morena.- ¡Ella no es mala! No lo hace
queriendo, es mi amiga.- Defendió a la que supuse que sería Cristina.
-¡Ey!-
Interrumpí y ambas se volvieron sorprendidas por mi presencia.-¡Emily!- Me
saludó alegremente Ruth, tratando de aparentar que no le pasaba nada.- Esta es
mi hermana Meghan y ella...- Pero la mirada de su hermana no parecía muy
amigable al verme, era casi como la de un animal salvaje.- Emily, ya lo sé. Es
la chica de la que todos hablan.- Dijo como si fuera evidente.- Ya... pues
espero que eso de ser la nueva pase rápido.- Me quejé poniendo los ojos en
blanco.
Meghan sonrío a mi comentario, puede que no le cayera tan mal después de todo.- No les
culpes, eres demasiado rara para ellos. Quizás seas la segunda rubia natural
que vean después de mi hermana.- Meghan tenía el pelo azabache hasta la altura
de sus muslos. Mientras que su piel lucía un bonito bronceado caribeño. Parecía
una exótica hawaiana en mitad del bosque.
- Bueno yo voy a
bañarme, si dejas de lloriquear ya sabes donde encontrarme.- Le dijo a su
hermana y se encaminó hacia el lago.- tu hermana tiene carácter ¿Eh?- Comenté
cuando ya no estaba.- No te haces una idea.- Suspiró exasperada por la poca
empatía de Meghan.- Escucha... he visto lo que ha pasado...con Jordi...hace un
momento...- No podía contarle todo lo que sabía pero al menos quería apoyarla.-
No me parece nada bien lo que ha hecho Cristina. Y él se ha comportado como un
imbécil.- Al oír mis palabras Ruth se tensó y me miró con el ceño fruncido.-
Gracias por tu preocupación pero no tienes ni idea.- El efecto de una bofetada
hubiera sido el mismo que su contestación.- ¿Perdón?- Inquirí sorprendida.
-
Cristina es una de mis mejores amigas, jamás haría algo para herirme. Y
Jordi... en fin, tuvieron un pasado y le sigue teniendo cariño pero nada más.-
"¡Maldita sea! ¿Qué clase de lavado de cerebro les hacía Cristina?"
Sentía que la rabia se apoderaba de mí, pero tenía que controlarme. O sino
acabaría contándole lo que yo misma había visto hace una semana, en la
habitación de "su mejor amiga".
- Lo que quiero decir Ruth... es que
si yo hubiera estado en tu lugar, me habría molestado muchísimo. Y entiendo que
lo estés. Pero si tu me dices que estás bien pues... ¡Genial!. Si te parece
bien que tu mejor amiga vaya tonteando con el chico que te gusta ¡eh! ¿Quién
soy yo para juzgarte?- Le sermoneé entrando en cólera, ya entendía por qué
estaban discutiendo su hermana y ella. Como dice el refrán "No hay más
ciego que el que no quiere ver".
- ¡Por supuesto que no me ha sentado bien!
¡Pero no estaban tonteando! Son amigos desde hace tiempo, tienen mucha
confianza y desde fuera se puede confundir. Por eso sé que ellos no estaban
haciendo algo malo. Por favor, simplemente no te metas. - Me pidió y asentí sin
decir nada.- Me caes bien Emily, sé que me lo has dicho con buenas intenciones.
Pero mira eres nueva, ya nos irás conociendo mejor y lo
verás como yo.- No sabía a quien trataba convencer; si a mí o a ella misma.
Quizás era mejor así. Mantenerme al margen y mirar a otro lado, aunque odiaba
tener que hacerlo. Pues sabía la verdad y que estaban jugando con Ruth. Una
chica tan inocente y dulce que se llevaría la peor parte en aquel juego. Un
juego retorcido que había creado Cristina.
Continuará...
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